Sigue estos consejos para preservar el sabor y las propiedades nutricionales de tu leche soluble para vending:
Escoge un lugar fresco y seco para almacenar su leche en polvo
La leche en polvo debe almacenarse en bolsas cerradas, lejos de olores fuertes, en un ambiente fresco, seco y limpio a temperaturas frescas. Si se almacena en un lugar con temperatura o humedad demasiado alta, el producto absorbe humedad y esto unido a temperaturas elevadas, puede producir crecimiento bacteriano.
¿A qué temperatura debe almacenarse la leche soluble para vending?
Asegúrate de que la temperatura del lugar donde almacenes tu leche soluble para vending no supere los 25 °C. Las altas temperaturas pueden provocar que se pierdan parte de sus nutrientes, afectando a su características organolépticas y calidad.
¿Cuál es la humedad adecuada para almacenar la leche soluble para vending?
Cuida que la humedad relativa de tu almacén sea menor al 65%. Un exceso de humedad puede hacer que la leche absorba humedad y ésta se apelmace y pierda no sólo su calidad e inocuidad, sino su buen rendimiento en máquinas.
Rota regularmente tu almacén para que no venza la caducidad de la leche soluble
Uno de los aspectos clave para que la leche en polvo que ofreces en tus máquinas de vending sea no sólo de calidad, sino segura, es que compruebes siempre la fecha de consumo preferente antes de utilizarla. Como comentamos en este post, pese a las diversas teorías que existen al respecto, debes fijarte siempre en la fecha de consumo preferente que indica el fabricante en el etiquetado.
Por eso es importante que utilices la leche soluble para vending en el orden en el que la recibes.
La importancia del envase en las leches solubles para vending
La leche soluble siempre debe estar en un recipiente cerrado herméticamente que la proteja de cualquier tipo de posible contaminación. En Laqtia, por ejemplo, cuidamos mucho el packaging que utilizamos para nuestra leche soluble para vending. Tanto las bolsas, como nuestros sobres están diseñados específicamente para proteger la leche soluble y evitar la entrada de humedad y de otros contaminantes. Si detectas que hay algún envase mal cerrado o que no ha sido conservado en buenas condiciones, evita su uso, ya que el producto puede haber pedido ya no solo cualidades organolépticas y nutricionales, sino que puede haberse contaminado y provocar una intoxicación en el consumidor.